Vocational Education and Training, the Irish system. Ana López Pozo.

El programa  se celebró en Dublín  del lunes  28 de marzo al sábado 2 de abril (incluido) . Las sesiones  se  desarrollaron por las mañanas de 9:00 a 16:00 y  las actividaes culturales o sociales, con actividades de observación se desarrollaron por las tardes.

Dublin, Baile Átha Cliath en Irlandés, es la capital de la República de Irlanda desde la Edad Media. Esta situada en la desembocadura del rio Liffey y en el centro del condado de Dublín. Desde su independencia del Reino Unido a principios del siglo XX el país y la ciudad se han desarrollado vertiginosamente y mostrado su explendor en la literatura, el arte, la música y la economía. Dublín, con 35´8 años de media, es hoy la ciudad más joven de Europa y esto se refleja en casi todos los aspectos de la vida en Dublín.

Las sesiones del programa giraron en torno a entender cómo funciona el sistema de formación profesional en Irlanda, compartir experiencias educativas en entornos similares de enseñanza y conocer  de primera mano el funcionamiento de los centros  a partir de visitas de negocio.

El objetivo de todo ello fue conocer y aprender de posibles socios de intercambio y tener contactos para un futuro proyecto de intercambio para nuestros  alumnos.

Enriquecedor  sin duda fue poder compartir conocimientos, experiencias y trabajar conjuntamente con participantes de países  muy diversos cultural y socialmente: Polonia, Alemania, Lituania, Hungría, República Checa y Austria. Todo ello en un contexto Europeo y multicultural

Este intenso, pero provechoso trabajo tiene todo el sentido gracias precisamente al lugar donde se desarrolla y al hecho de que sus participantes sean tan distintos. Es esto lo que le concede la dimensión europea que se busca.

«The best digital tools for language teachers” en Dublín. Ramiro Cebreiros.

Del 11 al 15 de abril asistí al curso “The best digital tools for language teachers” en Dublín, organizado por Europass Teacher Academy. Participamos 15 profesores de cuatro países diferentes: Alemania, Hungría, Letonia y España, que impartían clases en escuelas de idiomas, dos de nosotros, y el resto en centros de secundaria. Todos éramos profesores de inglés como lengua extranjera excepto dos profesores que impartían otras asignaturas en inglés.

            El curso se centró en una serie de herramientas y aplicaciones para enseñar idiomas y aumentar la motivación del alumnado y desarrollar el trabajo autónomo fuera de clase. En realidad, muchas de estas aplicaciones pueden utilizarse en otras disciplinas pero tienen un uso interesante para la enseñanza y aprendizaje de idiomas.

            El contenido fue bastante ambicioso porque vimos más de 20 aplicaciones diferentes para enseñar gramática y, especialmente, vocabulario (Quizlet, Jamboard,) pero también para contar historias y desarrollar las estrategias de producción escrita (Storyjumper) o para grabarse y compartir los audios con sus compañeros (Flipgrid). Algunas aplicaciones son muy lúdicas y competitivas para aprender jugando como Kahoot (que ya venimos utilizando en clase), JeopardyLabs, Educaplay, Bamboozle o ClassDojo. También vimos cómo hacer videos fácilmente para presentar una clase con Screencast-o-matic o hacer presentaciones interactivas con Nearpod.

            Dado que el objetivo del curso era desarrollar el aprendizaje autónomo pero, especialmente, el trabajo en grupo y colaborativo, la metodología fue eminentemente práctica y las actividades siempre se desarrollaron en pequeños grupos. Primero se presentaba la aplicación o herramienta y después en grupo debíamos de utilizarla creando una actividad específica que podríamos realizar en el aula. Después o bien la presentábamos o la compartíamos en una clase de Edmodo, creada especialmente con ese fin.

            Además de la parte más estrictamente académica del curso, se realizaron también una visita guiada por la ciudad de Dublin, así como un par de visitas a elegir al parque nacional de Glendalough, a una hora de la capital, o a los famosos acantilados de Moher y a la ciudad de Galway, en el oeste de Irlanda. En este sentido destacaría el componente cultural del curso, puesto que en varias actividades compartimos costumbres de nuestros países y las características de nuestros distintos sistemas educativos y, por otra parte, aprendimos mucho de la cultura y lengua irlandesa, dado que varias actividades realizadas en el curso tenían como punto de partida la ciudad de Dublin o la cultura irlandesa.